Estrategia mundial para la conservación de las especies vegetales

Fundamento

Fundamento de la estrategia

Universalmente se reconoce que las especies vegetales son un componente vital de la diversidad biológica del mundo y un recurso esencial para el planeta. Además de las especies vegetales cultivadas que se usan como alimento, madera y fibras, muchas plantas silvestres tienen una gran importancia económica y potencial como futuros cultivos y materias primas, tanto más cuanto que la humanidad se enfrenta a los desafíos emergentes del cambio climático y del medio ambiente. Las especies vegetales cumplen un papel clave en el mantenimiento del equilibrio ambiental básico y la estabilidad de los ecosistemas del planeta y proporcionan un componente irreemplazable de los hábitats para la vida animal del planeta. Actualmente, no se ha recopilado un inventario completo de las especies vegetales del mundo, pero se calcula que la cantidad total de especies vegetales vasculares podría estar en el orden de las 400.000.
Una preocupación urgente es el hecho de que muchas especies y comunidades vegetales y sus interacciones ecológicas, que incluyen muchas relaciones entre especies vegetales y comunidades y culturas humanas, están en peligro de extinción, amenazadas por factores antropógenos como, entre otros, el cambio climático, la pérdida y transformación de los hábitats, la sobrexplotación, las especies exóticas invasoras, la contaminación, el desbroce para agricultura y otros fenómenos. Si esta pérdida no se corta de cuajo, también se perderán innumerables oportunidades de elaborar nuevas soluciones para los apremiantes problemas económicos, sociales y relativos a la salud y a la industria. Es más, la diversidad de las especies vegetales es una preocupación especial de las comunidades indígenas y locales y estas tienen un papel vital en la detención de su pérdida.
Si se realizan esfuerzos en todos los niveles para poner en práctica de manera integral esta estrategia actualizada: i) las sociedades de todo el mundo podrán continuar dependiendo de las especies vegetales para obtener bienes y servicios de los ecosistemas, incluidos alimentos, medicinas, agua limpia, condiciones climáticas mejoradas, paisajes ricos y productivos, fuentes de energía y una atmósfera sana; ii) la humanidad tendrá asegurada la capacidad de aprovechar plenamente el potencial de las especies vegetales para mitigar el cambio climático y adaptarse a él reconociendo el papel de la diversidad genética vegetal en el mantenimiento de la resiliencia de los ecosistemas; iii) el riesgo de extinciones de especies vegetales causadas por actividades humanas disminuirá enormemente, y la diversidad genética vegetal quedará salvaguardada; iv) el rico legado evolutivo de la diversidad de las especies vegetales se utilizará de manera sostenible y los beneficios resultantes se compartirán equitativamente para solucionar problemas apremiantes, apoyar medios de vida y mejorar el bienestar humano; v) los conocimientos, las innovaciones y las prácticas de las comunidades indígenas y locales que dependen de la diversidad de las especies vegetales serán reconocidos, respetados, preservados y mantenidos, y vi) las personas de todo el mundo serán conscientes de la urgencia de conservar las especies vegetales y comprenderán que sus vidas son sustentadas por esas especies y que todos cumplimos una función en su conservación.