Fundamento técnico: el consumo ecológicamente no sostenible del agua, el uso y la escorrentía de plaguicidas y el exceso de fertilizantes, y la conversión de hábitats naturales en monocultivos uniformes, entre otros factores, tienen impactos negativos de gran importancia en la diversidad biológica dentro y fuera de las regiones agrícolas, así como también en los bosques, las aguas continentales y los ecosistemas costeros. La demanda creciente de alimentos, fibras y combustibles se traducirá en pérdidas crecientes de diversidad biológica y servicios de los ecosistemas si no se hace frente a las problemáticas relacionadas con la gestión sostenible.²⁴,²⁵ Por otra parte, la gestión sostenible no solo contribuye a la conservación de la diversidad biológica, sino que también puede comportar beneficios para los sistemas de producción en términos de servicios como la fertilidad del suelo, el control de la erosión, la mejor polinización y la reducción de brotes de plagas. También contribuye al bienestar y al sustento sostenible de las comunidades locales comprometidas con la gestión de los recursos naturales.

Aplicación: el sector forestal ha adoptado criterios para la ordenación forestal sostenible y existen muchos esfuerzos de gobiernos, comunidades indígenas y locales, ONG y el sector privado para promover prácticas de agricultura, acuicultura y silvicultura sostenibles y para aplicar las leyes y mecanismos de gobernanza. Aunque hasta ahora no hay criterios universalmente convenidos de sostenibilidad, dada la diversidad de sistemas de producción y de condiciones ambientales, todos los sectores y muchas iniciativas han desarrollado sus propios criterios, que se podrían utilizar mientras se elabora un enfoque más generalizado. Además, la utilización tradicional de la diversidad biológica por parte de las comunidades indígenas y locales frecuentemente puede ofrecer lecciones sobre condiciones de aplicación más amplias y podrían mejorarse aun más si se delega cada vez más la responsabilidad de la gobernanza y de la gestión en el nivel local. Del mismo modo, podría promoverse el uso de sistemas o normas de certificación y etiquetado como parte de esta meta. Los principios y las directrices de Addis Abeba para la utilización sostenible de la diversidad biológica, elaborados en virtud del Convenio sobre la Diversidad Biológica, podrían servir como marco para la elaboración de más criterios de sostenibilidad. La aplicación del enfoque por ecosistemas también contribuiría a la aplicación de esta meta. Los programas de trabajo sobre la diversidad biológica agrícola, forestal, de las aguas interiores, marina y costera y de las tierras secas y subhúmedas y la labor del Convenio sobre utilización sostenible, así como las iniciativas internacionales sobre diversidad biológica de los suelos y polinizadores son especialmente pertinentes para esta meta.

Indicadores e información de referencia: entre los indicadores pertinentes para esta meta se incluyen la superficie de los ecosistemas forestales, agrícolas y de acuicultura bajo gestión sostenible, la proporción de productos derivados de fuentes sostenibles y las tendencias en la diversidad genética de animales domesticados, plantas cultivadas y especies de peces de gran importancia socioeconómica. Otros posibles indicadores podrían incluir: la huella ecológica y los conceptos conexos; el alcance de la utilización de buenas prácticas agrícolas; la calidad de la ordenación forestal y la proporción de productos derivados de fuentes sostenibles. Los planes de certificación de sostenibilidad vigentes podrían proporcionar información de referencia para algunos ecosistemas y sectores.

²⁴Tilman, D., et al., 2001. Forecasting agriculturally driven global environmental change. Science 292, 281–284.
²⁵Steinfeld, H et al. (2006) Livestock’s Long Shadow: Environmental Issues and Options. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Roma.