Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020, incluidas las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica

Meta 8. Fundamento técnico ampliado (documento COP/10/INF/12/Rev.1)

Objetivo estratégico B: reducir las presiones directas sobre la diversidad biológica y promover la utilización sostenible.

Meta 8: para 2020, se habrá llevado la contaminación, incluida aquella producida por exceso de nutrientes, a niveles que no resulten perjudiciales para el funcionamiento de los ecosistemas y para la diversidad biológica.

Fundamento técnico: prácticamente todas las Partes indicaron en su cuarto informe nacional que la contaminación planteaba una amenaza para la diversidad biológica. La carga de nutrientes, principalmente de nitrógeno y fósforo, es una de las causas más importantes, y en aumento, de la pérdida de diversidad biológica y de la disfunción de los ecosistemas, especialmente en los humedales, zonas costeras y secas, que incluyen las creadas por la eutrofización y creación de "zonas muertas" carentes de oxígeno, asociadas a pérdidas severas de servicios de ecosistemas muy valiosos.26,27,28,29 La cantidad de “nitrógeno reactivo” en la biosfera ya se ha multiplicado a más del doble debido a la acción del ser humano y las tendencias mantener el statu quo estarían sugiriendo un aumento de la misma magnitud para 2050. Esta meta es coherente con (y complementaria de) el trabajo en virtud de los convenios de Rotterdam y Estocolmo y de la meta establecida en el Plan de Aplicación de Johannesburgo (párrafo 23) que se propone lograr, para 2020, una situación en la que los productos químicos se utilicen y produzcan de manera tal que se reduzcan al mínimo los efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente.

Aplicación: un mejor control de las fuentes de contaminación, tal como la eficiencia en el uso de fertilizantes y una mejor gestión de los residuos animales, en combinación con la utilización de los humedales como plantas naturales de filtrado de agua, donde proceda, pueden servir para reducir los niveles de nutrientes por debajo de los niveles críticos para el funcionamiento de los ecosistemas y, al mismo tiempo, permitir una mayor utilización de fertilizantes en zonas donde sea necesario para cubrir requisitos de fertilidad del suelo y necesidades de seguridad alimentaria. A este fin, la UE promovió exitosamente reglamentaciones; la evidencia sugiere que enfoques similares son factibles en otras economías desarrolladas y emergentes.30,31 De modo análogo, la elaboración de directrices nacionales sobre calidad del agua podrían ayudar a limitar la contaminación y el exceso de nutrientes del agua potable que ingresa y de los ecosistemas marinos. Esta meta es pertinente para varios programas de trabajo pero, en particular para aquellos sobre diversidad biológica de las aguas internas y diversidad biológica marina y costera y para la labor del Convenio sobre la evaluación del impacto.

Indicadores e información de referencia: entre los indicadores pertinentes se incluyen la deposición de nitrógeno y la calidad del agua en los ecosistemas de agua dulce. Otros posibles indicadores podrían incluir la huella ecológica y conceptos conexos, el uso total de nutrientes, la carga de nutrientes en los medio ambientes de agua dulce y marinos y la incidencia de zonas hipóxicas y floraciones de algas. Varios de estos indicadores ya cuentan con datos que podrían proporcionar información de referencia, entre ellos, la incidencia de zonas muertas marinas (un ejemplo de falla de los ecosistemas inducida por los seres humanos) y la deposición mundial aérea de nitrógeno reactivo.
Hitos:

Los hitos posibles para esta meta incluyen:
  • Para 2014, las Partes habrán elaborado evaluaciones nacionales del impacto de la carga de nutrientes y de otro tipo de contaminación en los ecosistemas y desarrollado estrategias y políticas para reducir dicha contaminación;
  • Para 2015, la mayoría de los ecosistemas mostrará carga de nutrientes y niveles de otros contaminantes en disminución.
26Diaz, R. J., & Rosenberg, R. (2008). Spreading Dead Zones and Consequences for Marine Ecosystems. Science, 321(5891), 926-929. doi: 10.1126/science.1156401.
27Phoenix, G. K., et al. (2006). Atmospheric nitrogen deposition in world biodiversity hotspots: the need for a greater global perspective in assessing N deposition impacts. Global Change Biology, 12(3), 470-476.
28Hicks, K., et al. (2009). Global Assessment of Nitrogen Deposition Effects on Terrestrial Plant Diversity: a synthesis.
29Galloway, J. N., et al. (2008). Transformation of the Nitrogen Cycle: Recent Trends, Questions, and Potential Solutions. Science, 320(5878), 889-892.
30Bobbink, R., (en prensa) Global Assessment of Nitrogen Deposition Effects on Terrestrial Plant Diversity: a synthesis. Ecological Applications.
31Ju, X., et al. (2009). Reducing environmental risk by improving N management in intensive Chinese agricultural systems. Actas de la National Academy of Sciences of the United States of America, 106(9), 3041-3046.